Porque me es impuesta necesidad, Blog post por Gloria Sloan de Castellanos, Directora de ASISTE

  • Nov 8, 2024

La Impuesta Necesidad de la Iglesia: Anunciar el Evangelio

  • Gloria Sloan-Castellanos
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“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1 Corintios 9:16

¿Qué limita nuestro evangelismo?

“Pues si anuncio el evangelio”

Definitivamente y sin argumentos, compartir las buenas nuevas de salvación es una tarea a la que toda iglesia debe dedicarse, y, por supuesto, cada cristiano miembro de la iglesia también. La pregunta es, ¿de que manera estamos reflejando esta prioridad que el apostol Pablo llama una impuesta necesidad? Los invito a reflexionar y profundizar en este tema que todos debemos considerar. Y permítanme en este espacio sugerir algunas acciones prácticas para examinar y mejorar nuestra participación en el cumplimiento de esta importante misión.

A pesar de haber establecido que el evangelismo es un elemento indiscutiblemente primordial para la iglesia, considero que es el rango o alcance de este evangelismo el que muchas veces causa el argumento. El texto de Hechos 1:8 debería concluir cualquier confusión, pero lamentablemente causa nuevas discusiones.

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

ARGUMENTO: 

“Primero tenemos que evangelizar y ocuparnos de nuestra Jerusalén. Cuando hayamos terminado aquí, entonces seguiremos a Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.”

RESPUESTA: 

En el contexto de toda la Escritura, este es el único texto que enumera geográficamente la tarea del evangelismo. Vemos que la Biblia enfatiza que el mandato de predicar las buenas nuevas, hacer discípulos y ser bendición se refiere a TODAS las naciones, pueblos y familias de la tierra. Si los primeros discípulos no hubieran sido dispersados (Hechos 8), el evangelio nunca hubiera llegado hasta nosotros - todavía hay inconversos en Jerusalén. Hechos 1:8 es útil para formar una estrategia, pero no para limitar el trabajo evangelizador de la iglesia. El evangelio debe y puede realizarse de manera simultánea.

Recientemente escuché a una lider predominante de una denominación en Centro América decir en una conferencia, “Dios no nos pedirá cuentas por la salvación de Oceanía”. Mi corazón se entristeció al escuchar esta expresión, y mi mente rápidamente rebuscó maneras para contradecir esta idea sabiamente en la plenaria que me correspondía ese mismo día. Cuánto desearía que estos argumentos ya no limitaran nuestra tarea de obediencia a esta impuesta necesidad. 

¿Qué motiva nuestro evangelismo?

“No tengo por qué gloriarme;”

Consideremos tres palabras: Obediencia, urgencia y amor

Hemos establecido que el evangelismo y la tarea de alcanzar a las naciones no es una opción para la iglesia ¡Nos es impuesta necesidad!

Recientemente escribí la versión corta de un libro que todavía estoy desarrollando: Bendición a las Naciones: La Sublime obediencia de la iglesia. Les comparto el enlace para descargar este libro gratuitamente. Espero que este compendio les provea suficiente razón para reconocer que el mandato de bendecir a las naciones con el evangelio se encuentra claramente desde Génesis a Apocalipsis.

Bendición a las Naciones: La Sublime Obediencia de la Iglesia

Libro Bendición a las Naciones por Gloria Sloan-Castellanos

En 1 Corintios 9:16, el apóstol Pablo expresa esta urgencia de una manera conmovedora y desafiante: “Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” Para Pablo, anunciar el evangelio no era un deber que podía eludir, sino una necesidad ineludible impuesta por el llamado de Dios. Esta misma urgencia es la que debe arder en el corazón de nuestra iglesia.

Reflexionemos…

  • ¿Estamos siendo impulsados por una pasión ardiente por compartir el evangelio hasta lo último de la tierra?

  • Como pastores y líderes, ¿estamos contagiando a nuestra congregación con la pasión y urgencia de cumplir la tarea de bendecir a las naciones?. 

  • ¿Entendemos que la misión de Dios no es una tarea secundaria, sino es el propósito que define nuestra existencia como iglesia?

“Porque el amor de Cristo nos constriñe”* (2 Corintios 5:14). Este amor es lo que debe motivarnos a ir más allá de nuestras paredes y alcanzar a los perdidos.

Como iglesia, nuestra misión no es simplemente cumplir con actividades religiosas, sino hacer discípulos y compartir el evangelio. La Gran Comisión debe ser el núcleo de nuestra identidad y debe impulsar cada aspecto de nuestra vida congregacional. Si realmente hemos experimentado el amor de Cristo, no podemos quedarnos callados. 

Cumplir la misión de Dios puede implicar sacrificios, pero cuando caminamos en obediencia, descubrimos la alegría de ser parte del plan eterno de Dios. La misión no siempre será fácil; requerirá tiempo, recursos y esfuerzo, pero nos asegura que estamos cumpliendo con lo que Él nos ha llamado a hacer como Su cuerpo.

¿Qué hacemos para mejorar nuestra participación en el evangelismo global?

¡Ay de mí si no anunciare el evangelio!

Considero que la respuesta a esta pregunta descansa sobre los hombros de nuestros pastores y líderes. Respetuosamente sugiero que sean ellos los que nos guíen a evaluarnos y a explorar la manera en la que podríamos mejorar nuestro cumplimiento de la Gran Comisión.

Entiendo que somos una iglesia ocupada en tantas responsabilidades importantes y urgentes, y es posible que como iglesia, a veces nos desviemos de la visión central de la misión. Sin embargo, cada congregación, guiada por sus pastores y líderes, debe hacer una pausa frecuentemente y evaluar su compromiso con la misión de Dios. Las siguientes son algunas preguntas sugeridas para ayudarnos a reflexionar:

1.¿Cómo está nuestra iglesia cumpliendo su parte en la tarea de anunciar el evangelio? Evaluemos nuestras actividades, nuestros ministerios y nuestros programas. ¿Están dirigidos hacia el objetivo de hacer discípulos y expandir el reino de Dios?

2. ¿Qué es aquello en lo que nuestra iglesia podría decir “nos es impuesta necesidad”? Cada congregación tiene un papel único en la obra de Dios. Identifiquemos qué áreas son esenciales para nuestro llamado y enfoquémonos en ellas.

3. ¿Estamos obedeciendo lo que Dios nos ha llamado a hacer como iglesia? La obediencia a la misión de Dios debe ser nuestra prioridad. No estamos aquí para cumplir nuestras propias agendas y hacer crecer nuestros propios “reinos”, sino para ser instrumentos de Su voluntad.

No me corresponde a mí evaluar la participación de su iglesia en la obra evangelística misionera transcultural. Esta es una tarea de cada pastor, sus líderes y su iglesia. Por esa razón, he preparado un Cuestionario de Autoevaluación que lo animo a considerar. Presione el siguiente botón para descargarlo.

Una una ancla y base para mi vida espiritual y ministerial

“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1 Corintios 9:16

Esta porción de la Escritura es una ancla en mi vida espiritual y una base para mi trabajo ministerial. Aunque ahora no me dedico directamente a anunciar el evangelio, esforzarme para que las iglesias y sus misioneros lo anuncien hasta lo último de la tierra, cumple la parte de la tarea que Dios me ha llamado a realizar en este tiempo. 

Cada iglesia y cada creyente participa de una manera invaluable en la realización de esta tarea de acuerdo a los dones, ocupaciones y llamados específicos de Dios para cada uno. En el 2010, después de 25 años en la plantación de iglesias y evangelismo, mi organización misionera y el Espíritu Santo tuvieron que convencerme que mi capacidad como estratega sería mejor aprovechada en la movilización de las iglesias en Centroamérica. Siendo honesta, me fue difícil aceptar el cambio. Han sido ya 14 años… No tengo porqué gloriarme.

Recientemente un pastor me decía que me veía como alguien muy perseverante… Yo le respondí, “Dios no me ha dado opción de retroceder, me es impuesta necesidad”.

Para compartir con su congregación*

*Descargue AQUÍ (Diseño en tamaño media carta).

Finalmente, los invito a visitarnos en nuestra página web, seguirnos en nuestras redes para conocerle y saber cómo servirle. Asociación ASISTE sirve a la iglesia de una manera gratuita*. Nuestra pasión y llamado es ayudarle a participar en la obra misionera de una manera bíblica, responsable y estratégica.

Comparte con nosotros desde esta plataforma o al correo de Asociación ASISTE.

Asistiendo a Obedecer,

Gloria Sloan-Castellanos, Directora Asociación ASISTE

*Asociación ASISTE trabaja con una iglesia de manera gratuita después de un acuerdo formal con el pastor de la iglesia.

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