- Mar 13, 2025
Lo Que Caduca con El Cielo
- Gloria@ASISTE
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“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mateo 28:19-20)
Estamos de acuerdo que este mandato es claro, universal e ineludible para toda la Iglesia. Si deseamos ser fieles a la Palabra de Dios, no podemos relegar la Gran Comisión a un programa más dentro de nuestras congregaciones. Debe ser el eje central de nuestra enseñanza, predicación y práctica ministerial.
Sin embargo, muchas iglesias luchan con barreras que impiden una participación activa en la misión global de Dios. Algunos creyentes no comprenden su responsabilidad, otros creen erróneamente que este llamado es solo para unos pocos, y muchos sienten temor o inseguridad sobre cómo involucrarse. Entiendo que como pastores, tienen la importante tarea de disipar estas dudas, enseñar con claridad y guiar a la Iglesia a una obediencia activa.
Hace algunos años, en una tarde típicamente calurosa de Centro América. Me encontraba reunida con un grupo de alrededor de 12 pastores interesados en involucrarse en la obra misionera transcultural, pero todavía no plenamente convencidos. Los dirigí en un ejercicio que ya había utilizado en grupos como estos. Frente a una pizarra blanca y armada con mis mejores marcadores, les hice la pregunta, “¿Podrían ayudarme a enumerar las diferentes actividades que realizan sus iglesias? Voy a escribirlas en esta pizarra”. Uno a uno compartieron una variedad de eventos y programas regulares de sus iglesias. Después de agotar la lista o el espacio, tome un borrador y les pregunté una vez más, “Por favor díganme ahora cuáles de estas actividades NO tienen caducidad. Es decir, que continuaremos realizando después de dejar esta vida en la tierra.” Poco a poco, a petición de ellos, fui borrando temas como:
La alabanza, pues nuestra alabanza continuará por siempre y será más gloriosa ante el trono de Dios.
La oración, pues nuestra conversación con Dios será más íntima cara a cara en el cielo.
El compañerismo, pues este será más dulce con nuestra familia espiritual en las moradas celestiales.
Después de agotar temas eternos sin caducidad, comenzamos a reflexionar en aquellas actividades que permanecen escritas en la pizarra… Aquellas que nuestra oportunidad y tarea para realizarlas se agota con nuestra vida terrenal. LO QUE CADUCA CON EL CIELO. Evangelismo, misiones, ayuda al necesitado para dar testimonio de Cristo, brigadas médicas evangelísticas, etc.
¿Qué concluimos con este ejercicio?
Es interesante reflexionar que el mayor esfuerzo, tiempo y recursos de la iglesia se dedican a aquello que tendremos una eternidad para seguir haciéndolo, y los menores recursos están dedicados a aquello para lo que tenemos muy poco tiempo para realizar. LO QUE CADUCA CON EL CIELO. No quiere decir que lo primero no sea importante, pero vale la pena la reflexión y reevaluación de nuestras prioridades como iglesia.
Amado pastor, le animo a evaluar: ¿En qué está su iglesia invirtiendo la mayoría de sus recursos? ¿Está su iglesia siendo discipulada en la misión de Dios? ¿Está su congregación orando, dando y yendo en respuesta a la Gran Comisión? Como líderes espirituales, tenemos la alta responsabilidad de formar una iglesia que no solo crezca en conocimiento bíblico, sino que también actúe con obediencia en la obra de evangelización y discipulado en todas las naciones.
Permítanme compartir los siguientes puntos que podrían ayudarles a compartir de una manera creativa, simple y clara los principios bíblicos de la Gran Comisión con su iglesia. Usted puede usarlos o expandirlos como usted crea conveniente.
¿Qué tan GRANDE es la Gran Comisión?
1. GRANDE en su Contexto – El Plan Global de Dios
Desde Génesis hasta Apocalipsis, el plan de Dios siempre ha sido alcanzar a todas las naciones. Él llama a Sus seguidores a compartir las Buenas Nuevas no solo en su comunidad, sino en todo el mundo.
Abraham – Dios le prometió: “Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti.” (Génesis 12:3).
Los Profetas – Isaías 49:6 declara: “Te haré luz para las naciones, para que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra.”
El Ministerio de Jesús – Jesús alcanzó a los marginados, como la mujer samaritana (Juan 4) y el centurión romano (Mateo 8:5-13).
La Iglesia Primitiva – El libro de Hechos muestra cómo el evangelio se expandió más allá de Israel a través de los viajes misioneros de Pablo.
2. GRANDE en su Autoridad – Un Mandato de Jesús
Jesús no sugirió la Gran Comisión; Él la ordenó.
En Mateo 28:18, Jesús declara: “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.” Esto significa que este mandato no es opcional: viene directamente de Dios.
Otros versículos lo confirman:
Marcos 16:15 – “Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.”
Lucas 24:47 – “En su nombre se predicará el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones.”
Hechos 1:8 – “Serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.”
Jesús tiene toda la autoridad… y Él nos ha dado esta misión.
3. GRANDE en su Alcance – Para Cada Tribu y Nación
El evangelio no es solo para un grupo cultural o étnico, sino para todas las naciones.
Apocalipsis 7:9 nos da un vistazo al futuro glorioso: “Vi una gran multitud de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero.”
Esto nos reta a:
Salir de nuestra zona de confort.
Apoyar a misioneros y la plantación de iglesias.
Compartir a Jesús con las personas de otras culturas que ahora viven en nuestras comunidades.
Las naciones están viniendo a nuestras ciudades… ¿estamos listos para alcanzarlas?
4. GRANDE en su Profundidad – Más Que Evangelismo
La Gran Comisión no es solo predicar sobre Jesús; es hacer discípulos.
Esto significa:
Enseñar – Ayudar a otros a comprender y aplicar la Palabra de Dios.
Modelar – Vivir nuestra fe de manera auténtica para que otros vean a Cristo en nosotros.
Acompañar – Caminar junto a nuevos creyentes en su proceso de crecimiento espiritual.
Formar Líderes – Preparar a otros para continuar con la misión (2 Timoteo 2:2).
Hacer discípulos es un llamado para todos, no solo para pastores y misioneros.
5. GRANDE en su Recompensa – La Presencia de Jesús
Jesús promete: “Y estaré con ustedes siempre.” (Mateo 28:20).
Cuando obedecemos la Gran Comisión, experimentamos Su presencia de maneras profundas y transformadoras.
Vemos:
La provisión de Dios – Él provee lo necesario para cumplir Su misión.
Crecimiento espiritual – Nuestra fe se fortalece cuando confiamos en Él.
Vidas transformadas – Somos testigos del poder del evangelio cambiando corazones.
¿Dará Su Iglesia el Siguiente Paso?
La Gran Comisión es un llamado para todos los creyentes a compartir su fe y ser testigos del amor de Cristo a TODAS las naciones. Ya sea alcanzando a otros localmente o apoyando a quienes van hasta los confines de la tierra.
Juntos, podemos cumplir la misión de Dios y experimentar la alegría de Su presencia al caminar en obediencia.
“Y ciertamente, yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” – Mateo 28:20
Pastor, recuerde que Asociación ASISTE siempre está dispuesta a servirle GRATUITAMENTE a preparar a su iglesia para participar en la misión de Dios de una manera bíblica, responsable y estratégica. Contáctenos para agendar un tiempo con usted (asiste@ibvh.org).